miércoles, 14 de diciembre de 2011

La neurosis y el subjuntivo.

Si se hubiese animado
Si al menos hubiera probado
No hubiera pasado, lo pasado
Ni sucedido lo ya realizado
                
Si en cambio él la amara
Si  hubiese sido  elegida
Otra hubiera sido su vida,
Otra la traicionada.

Si pudiera cambiarse el pasado
Si pudiera volver a nacer
Si pudiera elegir otra cosa
¿qué se animaría a hacer?

Lo que le gustaba a la chalada de mi madre:

El ruido del tren.
El consomé de verduras
(que nunca sale igual, aunque pongas las mismas verduras…
Eso es lo bueno del consomé).
Los novios médicos judíos.

El mate amargo en vasito de vidrio
Tomar sola mate amargo en vasito de vidrio
Escuchar radio sola mientras se toma sola mate amargo en vasito de vidrio.

Los novios abogados judíos.
El numero 11, cantar.

El humor…a si,  el humor.

Cortar las palabras:
Querés una salchi?
Sacás la basu?....
Belmondo, Delón, Blacky, Canela

Las mañanas con rima.
Como dijo Balcarse, hay que levantarse
O su infaltable:
Arriba los corazones y abajo los pantalones.

 Y antes de un examen
Sus palabras mágicas:

Pannn comido.


jueves, 10 de noviembre de 2011

Epifanema:ni epifania ni poema: Esperanza.

Joyce nos brinda una hermosa definición de lo que es para el una epifanía; instante de misterio que se revela sobre nosotros y que manifiesta el secreto último de las cosas,  manifestación espiritual repentina, ya sea en la vulgaridad del habla o del gesto o en una frase memorable de la mente. Creía que era propio del hombre de letras registrar esas epifanías con extremo cuidado, considerando que son los momentos más delicados y evanescentes.


Epifanema: Esperanza (hay metafisica a la vuelta de la esquina...)


El hombre era tosco. Trabajaba desde chico en el mismo barrio. Conocía a todos y a cada uno de los vecinos de la zona. Abría su taller todos y cada uno de los días de la semana a las 7.30 hs,  vistiendo su mameluco engrasado por el tiempo,  durante todos estos autos.
Era lo que se dice un hombre relativamente honesto. Vivía de su trabajo, en forma modesta, tal vez con un dejo de tacañería y de rudeza. Había aprendido el oficio mirando a sus mayores, ahora su sobrino  -un tarambana al que le gustaban las mujeres último modelo y las apariencias- estaba de aprendiz,  pero sin éxito y sobre todo sin el empeño que él tenía en sus años mozos.
Durante estos largos años había sobrevivido a varias pérdidas. Su padre, un hermano mayor, tíos, su madre, amigos, su gran amor.  Jamás una lágrima, su rutina y su aspereza lo hacían dar vuelta de página sin más ni menos.
Sin embargo como al pasar, le confesó tímidamente avergonzado,  a una clienta desconocida, a riesgo de quedar como un tipo medio loco, que  días anteriores, sin saber por qué, al mirar el cielo bellamente estrellado de la noche buena,  agradeció poder estar vivo y deseó  sorprendido,con todo su ser, ver la luna de varias navidades más.

domingo, 23 de octubre de 2011

Broema: lo que tal vez puede pasarte si escribes/ lees un mensaje de texto en tu celular mientras que caminas o viajas, si sos de esas personas que no están acostumbradas a hacer 2, 3 o más cosas al mismo tiempo.


Si escribís un mensaje de texto
Mientras viajas o caminas
Puede sucederte que:
                                   Te pases de estación,
                                       Te pases de parada,
                                       Te bajes en Carlos Gardel
                                       En vez de Carlos Pellegrini
                               ( y no puedas combinar con linea A,B o D)
O tal vez:
                                        No veas al muchacho buen mozo
                                        Que te dijo un piropo, o te miró de re ojo
                                        O no veas que  el que tepiropeó
                                         es un hombre gordo, viejo y borracho
                                         Que le dice piropos
                                          hasta al kioskero de la vuelta .
Puede pasarte que :
                                        Metas el pie en un charco
                                        Te hagan fuck you
                                         Y no tengas el placer de contestarlo.
                                         No veas a esa mamá
                                         perdidamente enamorada de su bebé
                                          Ni al hombre flaco,  tosco y ateo
                                          Que besa el altar de la virgen
                                          Con esperanza sincera.

Quizas no escuches:
                                     Las bocinas y ruidos molestos
                                      Los vendedores ambulantes
                                      Los ex adictos que venden revistas
                                      El ciego que toca el acordeón
                                       El chico del violín
                                       La lluvia.

Que no percibas:
                                    Que el fantasma de tu padre
                                     Esta cruzando la otra esquina
                                     Con su bastón y su gorra gris
                                    Ni que esos dos se dieron un beso increíble.

                                  Ni que un piano se iba a caer sobre tu cabeza
                                      
      Pero que como paraste para apretar la tecla 
                  ENVIAR                     
                                      Te salvaste de morir aplastado
                                     
                                        Que te cruzaste con la linda de tu colegio
                                        Que parece 10 años mas linda que vos


En fin, todo no se puede… 

lunes, 17 de octubre de 2011

Epifanemas: ni epifanias, ni poemas


Respeto
El chiquito estaba por subir las escaleras mecánicas del subte, tendría unos 4 añitos como máximo. Vestía prolijo y  llevaba puesto un sombrero con visera color azul a la moda.
Estaba acompañado por su madre, una mujer joven, de cabello corto, quien estaba embarazada.
Antes de subir el hijo le dice a la madre que tiene mucho miedo de subir por esas escaleras. La madre, sin darle demasiada cabida, le contesta como si nada, que ella tiene también  miedos… y le da fuerte la mano.
El chico con la mano libre se saca su pequeño sombrero, y con el gesto de un hombre, lo pone sobre su pecho, como en señal de respeto, como si entrara a un lugar prohibido.
Y allí fue la primera vez que deseó la existencia de Dios.


El barco

Ella  veía  partir el enorme barco, lentamente, en un enorme puerto, repleto de gente que saludaba sin parar y de valijas que en aparente autonomía  iban y venían.
Creyó a los lejos, en una de las ventanas del enorme monstruo distinguir la figura de su hermana mayor que la saludaba con un pañuelo bordó mientras se alejaba (para no volver).
Y entonces comprendió, subitamente, que ante determinadas circunstancias de la vida, uno está solo, absolutamente solo.



martes, 4 de octubre de 2011

Señales de amor: (Señales, es distinto de pruebas de amor. Pruebas implica una especie de examen, una necesidad de aprobación, un pedido expreso. Señales, marcas equívocas, pecas en el cuerpo, cicatrices, lunares, olores, fluidos…sin solución de continuidad ni de formas, señales que pueden llevar al amor o a roma o a moras o a ramo(s mejia).


Que te haga escuchar una canción,
Que busque el perfume que vos usas
Que vea a otra persona y por un instante mínimo
(aunque sabe que es imposible,
porque vos estas en otro país)
piense con certeza que sos vos.

Que soporte perderte
Que no soporte perderte
Que te regale un caracol,
Que olvide tu cumpleaños
Que puedas olvidar su cumpleaños
Que pueda ver que la bikini te queda fea
Que pueda ver que la bikini te queda linda

Que escriba una novela
Que a veces te mire de perfil
Que te regale cosas que no te gustan

Que sepa hacer barcos de papel, o
cuentas con números negativos, o
huevos pasados por agua, o
que te haga conocer una buena película, o
una mala, o una regular.

Que conozca tu cara de tristeza
Y no te lo diga.

domingo, 2 de octubre de 2011

Preposiciones indecentes.

Estoy lisa como la mona
Loca como la vida
Chiflada por tres
Triste como la balada para un loco
Azul como el unicornio
Enamorada como loca
Hecha un flan como Ravana
Nieve como Blanca

Y cuando estoy
pobre de esperanza
o frita como una papa,
fría como tomate de jugo,
Soy pizza de la torre
Tarde de las cinco
Two for tea
Raining in the song.

Y ahi no mas :
A mi misma, canto
Yo antes que Platero
Reves del mundo
Donde Pehuajó de Manuelita,
Ni va a Paris,
Ni se plancha, ni se arruga
Simplemente dice: ATchís!
( estornuda)

A, ante, contra, de
Desde, en,
Tras un sobre
Nada más.


Tristema: In memorian

Cuando nos animamos a perder lo perdido
Valoramos encontrarlo,
En un recuerdo,
En un olor, en un sueño o en un hijo.
Síncopa de pérdidas y encuentros,
Compás irregular , de 4 x  3,1416…
Cateto de la hipotenusa al infinito.

El vacio
no es vacio de algo otrora lleno
sino vacio de lo ya vaciado.
Soledad al cuadrado.

Alivio,
Tiempo de duelo.

Pasar a otra cosa…

Finalmente, a los 108 años,
Después de todo y de algos,
Encontramos lo perdido
perdemos lo encontrado

para siempre.


heterotopia ( el inconciente como un lugar , que no está)


El Inconciente como la Otra Escena: el concepto de heterotopía.

Cuando tenía aproximadamente 6 años,  me llevó mi mamá a un cine “del centro” y me mostró de paso el obelisco. Esa película, especial y distinta, no la pasaban en nuestro cine de barrio. Y ese día se me amplió mi territorio. Resultó pues que Mi  centro, no era El centro. Y a partir de ahí, todo cambió.
Pocos años después, al terminar un arduo trámite para renovar un documento, momento que recuerdo con algo de angustia (era en la época de la dictadura militar, y será por eso que un simple trámite podía convertirse en un acto peligroso…) fuimos a una confitería  y para festejar me compró una coca y un delicioso sándwich especial, especialmente delicioso como jamás había probado. Y ese día se me ampliaron mis sabores. Y por ende mi mundo.
Así podría seguir enumerando diversas situaciones en las que uno descubre un lugar, un sabor, una imagen, absolutamente distinta, Otra, no solo distintas respectos a las otras, sino incomparables respecto a todo lo anterior.

Leí hace poco algo así: que la verdadera “revolución” – si pudiera así decirse- no es la que  transgrede el límite al cual se opone (porque en ese sentido está en relación a ese límite, dialoga contra él, lo reconoce) sino la que lleva ese límite más lejos. Crea un espacio, otro.

Hay dos textos de Foucault: “Utopías y heterotopías”  y “El cuerpo utópico”, que surgen de  dos conferencias radiofónicas pronunciadas por él en 1966.
Esos dos textos tienen la particularidad de producir en el lector como efecto -por lo menos a mi me pasó eso-  el contenido mismo de lo que dicen. Es decir uno no es el mismo antes y después de leerlo. Se amplió el mundo. El texto crea en si mismo un lugar que antes no existía. Y de esto se trata el texto.
 Foucault inventa el concepto de herotopías. El dice que están las utopías,  del griego ou, 'no' y topos, 'lugar' (aquello que no tiene un lugar real),  pero que por otra parte,  hay lugares que son otros, contra espacios, utopías localizadas.
Pone como ejemplos: el fondo del jardín; o bien, un jueves por la tarde, la cama de los padres. Dice:…  “es sobre esa gran cama que uno descubre el océano, puesto que allí uno nada entre las cobijas; y además, esa gran cama es también el cielo, dado que es posible saltar sobre sus resortes; es el bosque, pues allí uno se esconde; es la noche, dado que uno se convierte en fantasma entre las sábanas”. Son los cementerios,  los asilos, los burdeles; están las prisiones, los hospitales, los hospicios.
Serían lugares, espacios, que están, pero  de alguna manera en ninguna parte.

Foucault también plantea que las heterotopías tienen un sistema de apertura y cierre que las aísla del espacio que las rodea, uno no entra así como así, ni sale tal cual uno entró, se trata de una especie de iniciación, de luna de miel.
Habría en cambio otro tipo de heterotopías que si bien abiertas para todos, una vez que uno entró, se da cuenta que es una especie de ilusión, y que uno entró afuera, lo cual de por sí es extraño. Mi hermana me contó que en un viaje por America, no recuerdo en qué país,   preguntó en una estación de ómnibus si podían decirle donde estaba el baño de damas. A lo cual cordial y respetuosamente le señalan una puerta por la cual,  al traspasarla se llegaba a un gran terreno baldío en el que una hermosa mujer hacía sus necesidades apenas sentada tapada por su propia amplia pollera acampanada.
Habría otras heterotopías que por el contrario uno no se da cuenta que entró al centro mismo del misterio. Como si uno se va simplemente a dormir la siesta, y resulta que -como en una película de Buñuel- al despertar,   se levanta un telón y miles de espectadores esperan que uno comience con el primer acto.
Podemos ubicar también al inconciente como una heterotopía.
Porque es indudable que está, o más bien que acontece pero… ¿donde? ¿Cuándo?
La alucinación, los sueños, los síntomas, el análisis…El efecto de sorpresa que uno de pronto puede encontrar en algunas intervenciones podemos pensarlo también, como un franqueamiento de una puerta, pasaje  a una heterotopía. Sorpresa en el sentido que hay un plus en ese efecto, un chiste que provoca más risa de la uno esperaba…
El juego del análisis con los niños,  o simplemente el juego de los niños crean espacios misteriosos.
Recuerdo el caso de una niña con serias dificultades para poder separase de su madre, comienza a armar un juego en el consultorio en el cual hacía que bajaba una escalera y me llamaba como si estuviera lejos, y tan lejos estaba que no me escuchaba a pesar de mis intentos. Pero entonces subía otra vez la escalera, abría una puerta, no sin antes probar con varias llaves, y felizmente nos encontrábamos para separarnos una y otra vez.
-         Donde estas? Me preguntaba como desde lejos.
-         Acá, arriba. –respondía yo.
-          Como decís? No te escucho!!Arriba de qué?
-         De las escaleras.
-         De qué? No logro escucharte…Ahora bajo las escaleras…Esperáme que voy.
-         Pero estoy arriba, mejor subí. Si no vamos a estar más lejos…
-         No escucho bien…Bueno, bajo, ya voy.
Y por arte de magia nos encontrábamos igual, abrazándonos una y otra vez, para volvernos a separar.
Acaso las heterotopías  hablen de eso, de alejarnos a lugares cercanos y acercarnos a lugares lejanos para poder recobrar lo perdido y en ese mismo acto perder lo encontrado, nos ayudan así a sorprendernos, es decir a hacer el amor.
La constitución del sujeto heterotópico. El cuerpo.
En principio Foucault plantea que el las utopías surgen para borrar el cuerpo propio. Opone Cuerpo vs. Utopías. Las utopías, bellas y siempre jóvenes contra el cuerpo,  lugar al que estamos condenados a habitar aunque no nos guste. En las utopías, como en las fantasías los cuerpos son los que nos guste tener, son cuerpos que se transportan en alfombras mágicas, cuerpos de hadas y de duendes,   las cosas no se gastan ni ensucian, los encuentros son siempre encuentros, no hay impuntualidad, ni malos entendidos.
Sin embargo cuantas veces sufrimos penosamente nuestro cuerpo, ya sea cuando no somos los elegidos, cuando la fiebre no nos dejó ir al primer baile de  la escuela, o peor aun…cuando un dolor se hace oír y nos recuerda que nuestro cuerpo no es solo el que vemos, sino el que necesitamos no sentir su presencia para poder vivir.

Es decir que para bien o para mal el cuerpo no desaparece por completo. Foucault reconoce entonces que el cuerpo no es plausible de ser anulado por las utopías. Pero tampoco es plausible de ser encontrado en forma absoluta. Ya que él mismo es una utopía. Nunca es posible asirlo del todo. Siempre escapa al menos una parte del cuerpo.
En este punto quería hacer algunas precisiones.
Cuando Foucault habla del cuerpo como lo opuesto a la utopía, está pensando en el cuerpo “real”, en el cuerpo fragmentado, cuando vemos un  pequeño granito en nuestro pómulo izquierdo,  minutos antes de ir a una gran fiesta, ya no nos vemos como una unidad, con vestido largo o con frac. En cambio,  somos también   el granito que se hizo gigante  recortándose  de nosotros mismos y desde el espejo  cual un monstruo espantoso Él nos mira a nosotros extrañado.
Por otro lado cuando nos habla  del  cuerpo como utópico, nos habla del cuerpo simbólico/imaginario, de la imagen – la superficie - que tenemos de nosotros mismos  pero también de nuestro volumen, de nuestras formas y de nuestras palabras, nuestros nombres…
Yo diría que una manera de pensar la constitución de  sujeto sería la operación que permite pasar de un cuerpo al otro y a su vez que posibilita escapar al menos esporádicamente no solo del otro, sino  de nosotros mismos. Esa operación la ubicaría como la posibilidad de construir una heterotopía, es decir un lugar otro,  pero en nosotros mismos.
Cuerpo que puede  arreglárselas de una u otra forma para no estar del todo aquí y ahora. Pero que además aprendió a pararse y a levantar la mano para decir en el momento oportuno “Presente Señorita” o  “May I go to the bathroom?”Según la situación lo requiera.







el tipo y mi abuela


Resulta que el tipo me dijo eso,
 y entonces yo pensé que tal vez era violento,
 no él,
 el tipo,
 sino lo que decía.

Pero al mismo tiempo me pareció inteligente,
 él, 
el tipo, 
no la propuesta,
 que me seguía pareciendo violenta.

No sé por qué eso que me dijo aquel tipo inteligente me había parecido violento.

A veces la abuela gloria decía ese tipo de cosas y me encantaban.  Pero eso en boca de ese tipo me resultó violento.

Tal vez el amor tenga ese misterio...

Después el tipo se fue ( creo que para siempre).

Lo extrañé.

Lo extrañé violentamente.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Subte (LO) B.



Yo creo, estoy casi segura,
que si el chico  de remera rayada
sentado al lado de puerta
ese que lee ávidamente el libro ( ¿de amor?)
Al terminar el capítulo IV
doblara firmemente el ángulo izquierdo de la hoja
( no hay mejor señalador!)
Y apoyara dulce pero decididamente
Su mano (derecha)
-Señores pasajeros, tengan ustedes muy buenas tardes.
Voy a distraer 2 minutos de su amable atención…
sobre la pierna (izquierda) de la señorita
de zapatos azules y bolso tejido
ella – en esto la señora gorda también estaría de acuerdo-
lo besaría y le diría que si, que jura amarlo para siempre
sin importarle ni siquiera por un segundo
que la estación Carlos Pelegrini ya pasó hace rato
y que ya no podrá hacer la combinación con
Línea C
-los tres pares de medias por 10 pesos.
Señoras y señores.
Y entonces
el señor de jogging y ojotas
afirmaría con voz firme:
“los declaro marido y mujer”
Y todos nosotros , los pasajeros
Tiraríamos arroz.
Y seríamos felices para siempre.

Irritación Cartesiana.


Estuve haciendo un listado
de lo que me irrita
( la misma palabra irrita:
no es acaso irritante?)

y me resultó difícil
un orden de prioridades

pasé por los que te tocan bocina
ni bien se pone verde el semáforo
( eyaculadores precoces)

hasta los que chupan
( obscenos) 
la cucharita de la azucarera
después de revolver su taza de café
antes de que vos estés a punto de
azucararlo.
( y dudas entre tomarlo amargo
                                                   O no,
Queda la opción poco elegante
De solicitar otra cucharita)

Finalmente, como Descartes,
Me vino una idea clara y distinta
Y tuve la certeza:
 El número uno: Los que te hablan
Cuando estás en el baño
a través de la puerta, cerrada.
( aunque hay algunos casos,
                                                 Solo algunos)
Que ese acto está perfectamente justificado
Y en un acto de amor profundo
No solo los escuchas
Sino que contestas.

Contesto, luego amo.


EL VIEJO IACOV.

Lo que voy a contarles les parecerá increíble (a mi también me pareció absolutamente increíble la  primera vez que me lo contaron, eso fue cuando apenas tenía 8 o 9 años).  Pero con el tiempo y con la experiencia que te va dando la vida, si sabés encontrarle la vuelta a las cosas, me di cuenta  no solo que fue real (esa es una categoría un tanto extraña, acaso qué es lo real y qué lo imaginado, o qué lo real y qué lo mágico) sino que fue absolutamente verdad (en el sentido que lo verdadero tiene efectos sorpresivos, te marca un antes de esa verdad y un después).
Me extiendo en esto que puede parecerles una digresión, un irme por las ramas porque – ya van a oírlo ustedes mismos- es importante para comprender la moraleja que está en juego en esta historia.
En síntesis esta historia me ha enseñado que las oposiciones entre lo real y lo imaginado, la razón y la magia, la verdad y la mentira pueden ser falsas, o más aun, pueden ser dos caras de la misma moneda, una paradoja, donde nada es verdadero o falso, sino que uno no es sin lo otro y viceversa.
En fin…

Un día, o una noche, da igual (o una tarde, o una mañana) pero de invierno (eso es muy importante, hacía frío y acá no da igual si era verano o invierno).
De invierno, lo ratifico para que no lo olviden, paseaba el viejo Jacob - creo que era polaco de nacimiento pero vivía acá desde hacia años-.
El viejo Jacob (se lee el viejo Iacob, acentuando en la a de Iacob) era un anciano muy especial si se prestaba atención.
Si uno no lo hacía y simplemente lo veía de forma superficial ( otra falsa oposición superficial – profundo) solo veía un viejo como cualquier otro: poco pelo, cara blanca, algunas veces uno que otro pelo de una barba dura mal afeitada, algo desprolijo, o más bien desalineado pero siempre limpio y perfumado.
Toda su vida se había dedicado al negocio del cuero. Venta de carteras, uno que otro saco, cinturones, billeteras, guantes…Tenía un buen pasar, y la historia de su familia sería motivo de otra historia que no viene al caso.
Tenía un buen pasar, pero no era rico. Tenía cierta sabiduría, pero no era lo que clásicamente se entiende por culto. Disfrutaba de algunas cosas pero en su justa medida (si la hay, para él sí la había).
Y lo que lo acompañó toda su vida es una especie de hábito, de placer, de práctica que consistía en hacer una especie de garabatos  en cuadernos (iba ya por la página 43 del cuaderno 384 – numeraba las páginas una a una y cada cuaderno para que nadie pueda arrancarle una).
Dicen que cuando le preguntaban que eran esos dibujos, si significaban algo, si tenían un sentido ya que no eran entendibles a simple vista, él explicaba que era una gran historia de guerras y luchas entre diferentes tribus y batallones con lujo de detalles, personajes, protagonistas,   con causas y con efectos, con moralejas e injusticias, con sangre y heridas, con odios y pasiones.
Esa actividad que ocupaba sus momentos libres desde que tenía apenas 6 años y ya iba por los setenta largos era ubicada por sus allegados como una excentricidad, una especie de locura.
Pero como todo él era una persona de “bien”, que siempre inspiró respeto tanto en su familia como en sus empleados, jamás (salvo su nieto, por el que tenía una debilidad especial y al que le dejó cual reliquia su colección de cuadernos al morir) nadie se atrevió ni siquiera a cuestionar, ni a bromear, ni a nada que pudiera causar un mínimo malestar o enojo en él.
Volviendo a ese momento invernal, el viejo estaba mirando por la vidriera de su negocio hacia la calle. Su empleada estaba ocupada en la venta de una cartera a una clienta exigente y él mientras tanto esperaba que culmine esa venta para efectivizar el cobro, tarea que no delegaba en nadie, como buen polaco que era.
Y entonces algunos dicen que fue un padre que le pegaba a un hijo pequeño de modo agresivo, otros dicen que un hombre grandote intentó robarle a una anciana,  y otros (esta es la versión más acabada) que fue  un grupo de muchachotes pegándole a otro aparentemente en una muestra de xenofobia o cobardía.
Y el viejo Jacob, viejito y supuestamente indefenso salió de su negocio como un rayo ( no le importó la venta, como buen polaco que era) en defensa del desposeído y para sorpresa de todos (para él inclusive) inició no una pelea sino una lucha con una calidad y esbeltez que solo se ven en las películas de Kun Fu.
Entró como si nada en su negocio, apenas arrugado su saco, y algo despeinado (no tenía mucho pelo) como si fuese el Zorro, o Tarzán, sin un rasguño con el sentimiento de justicia, de “misión” cumplida.
Algunos dicen que no dibujó más. Otros agregan una frase dicha por él, algo así como: ya no necesito entrenarme.
Yo creo que siguió, practicando no solo luchas, sino otras habilidades que quería desarrollar.
Podría tirar una conclusión, como por ejemplo que la práctica y la teoría no tienen límites precisos. O que hay distintos modos de “practicar”.
Los dejo, me voy a bail… perdón a escribir sobre una mujer que era bailarina.

La mierda es la Propiedad más privada. (Mierda!)… o… Por qué será que a (casi) nadie le gusta que el perro del vecino haga caca en nuestro árbol… o… Desalambremos los árboles!!



Había una canción muy romántica
Que decía “pon tu cabeza sobre mi hombro”
( acaso hay algo más dulce que eso!!)

Por eso parafraseando a Los Plateros:
Pon su caca sobre mi árbol
aunque más propiamente
sobre el árbol de la puerta de mi casa,
Aunque más propiamente
La casa que pude comprar.
Delante de mi puerta, está nuestro árbol,
Hay un perro que es del vecino
Hay un árbol
Que esta delante de mi puerta
Hay una caca
Que ¿es del perro? ¿Del vecino?
                                                    ¿del árbol?
¿de dios?

este en un poema:Nadie:

Podrán dejarte
                         Tu padre sin apellido
                          La madre que te parió
Morir   
                          los que te amaron
perder
                          tu casa y tu virginidad
quedando sin palabras ni nombres,

Sin embargo
Nadie podrá sacarte
La horma princicescamente exacta
Que calza en  el zapatito de cristal
hecho a tu medida.

Como comiendo… pero no.

Como si…pero no,
Comiendo como loco,
Llorando como niño,
Cómodamente sutil,
Como la moda (que no incomoda).

El está como enamorado de ella
Como decirlo?
Como si fuese la mujer de su vida,
Como si fuese feliz,
Como si no le importara que fuera gorda y algo terca,
Como si besara a Sofía Loren o a Brigitte,
Como cuando soñó aquel sueño…
                                                           Casi casi la quería
                                                           Casi, casi la adoraba
                                                           Si no fuera por el casi
                                                           Casi casi se casaba.

.- No aclares que oscurece.

Entre pitos y flautas
nos quedamos hablando de bueyes perdidos,
y entre que pin…que pan…

Pero ojito,
que yo no soy ninguna fulanita
Y al bla bla bla ya lo juno desde lejos.

Cuando vos venis
yo ya fui y volvi,
y no es lo mismo Sultano que Mengano,
porque digamos las cosas claras:
al pan pan y al vino vino,
y después no me vengas con un martes 13,
a mi no me doran la píldora así como así,
ni me venden gato por liebre,
que de tonta no tengo un pelo,
porque yo soy muy buena,
pero cuando me enojo, me enojo.

Por eso,  después de darle vueltas al asunto
y consultarlo con la almohada,
evaluar los pro y los contra,
pensé, y bueh, me tiro a la pileta,
el que no arriesga, no gana.

Obscenidades cotidianas


El muchacho esta disfrutando
del alfajor (como si fuese el primero o el último),
la pareja de lesbianas nos lo hace saber,
los ciegos caminan tocando el acordeón,
con un equilibrio increíble (¿nos verán?)
la chica del lunar,
el lunar,
el hombre que mira a la chica del lunar,
la mujer que mira al hombre que mira.

El oficinista que ronca a más no poder,
La mujer que pide limosna con su bebé en brazos,
Mientras otra mujer hace ruido con un paquete
De papas fritas secas, bien secas.

El que era adicto pero ahora cree en Dios
gracias al aporte de los señores pasajeros,
el chino que sostiene un libro con una mano
y con la otra una maceta con una plantita mustia
y no se inmuta y no se cae
(aun cuando el vagón frena en la estación).

El chico que le tiene miedo
a la escalera mecánica
y se saca su gorrita mientras la sube
en actitud de respeto y cortesía ( a la escalera? A nosotros?)

La mujer que mira y escribe.

Estas líneas (de subte).





Pequeñas grandes diferencias: las mujeres no son todas iguales (los hombres tampoco) o Broema freudo-lacaniano.


Las que tiran las biromes que no funcionan,
Y las que conservan la servilleta
del bar, del primer beso, el primer cuaderno.
Las que hacen lo necesario
en el baño de cualquier lugar,
pero tienen SU taza
para tomar el te.
Las que toman con sacarina, lágrimas,
Las que lloran con 2 de azúcar
(o los prefieren fuertes, bien amargos,
las del chorrito - de leche-
las que lo prefieren solo,  instantáneo).

Las que tienen gato, o gatos
Las que aman a los perros,
las que prefieren las mascotas y los sobrinos,
que a  los hijos o al sexo.

Las que hacen el amor,
Las que cojen,
Las novias de Dios,
(Dios mío!! qué cumbre!)

Las que llevan sus hijos a la escuela,
las que le hacen la leche,
las que inventan palabras,
las que entran a la fábrica a las 5 de la mañana,
las que se bañan de noche,
las que salen con el pelo mojado
y se pintan en el colectivo
como si solo estuvieran ellas y su espejo.

Las pecosas, las blancas, negras o amarillas
(de piel, de alma, en todas sus combinaciones)
Las que tienen un amigo judío o gay
Maldito vietnamita!

Las de tetas caídas,
Las de glúteos ferpectos,
Las que tienen pelotas…llenas

La gran divisoria de aguas:
Las que lo tienen (todo),
Las que parecen tenerlo,
Las que lo son,
A las que les va a crecer.
(Homenaje a Freud, Dora y la bella carnicera).
Insatisfaction, I miss you.

Oh everybody waits so long
Oh baby why you wait so long

O las que atraviesan el horror
De lo que no hay
Y saben hacer allí.

Pegame y llamame Marta, pero por favor sacame los zapatos que me aprietan.


Cuando pensaba que había superado
mi masoquismo primario
pasé al secundario, para luego someterme
Al discurso universitario (alabado seas).

Cuando gracias a mi análisis (de sangre)
descubrí que lo mío no podía curarse,
que no había píldora que me durara,
ni clasificación que me calmara.
Que lo mío no salía en ninguna resonancia.

Cuando  tiré al tirano y al villano(que hay en mí)
Y sentí el horror a lo desconocido 
Y me di cuenta que destino
No es solo lo que esta ya escrito
Sino que es un punto de llegada
(un rizoma?)

Pude sacarme mis botas ajustadas
Y disfrutar de los dedos al aire
Sobre el piso fresco.



Oda al antibiótico ( y a otras tantas cosas)*


Y yo que pensaba que no creía en Dios.
Alabado sea.
Y yo que di clases y tesis
Críticas, teóricas, históricas,
Repletas de esdrújulas,
Sobre los monopolios
                          de los laboratorios,
sobre el orden médico,
y sobre el discurso Amo.
Hoy,
Alabado sean Fleming, Pasteur,
Roche, Claritromicina, ampicilina.
Amen.

* Escrito luego de que mi hijo se curara de una neumonitis severa.