sábado, 29 de marzo de 2014

Tristema (ni tristeza, ni poema): En memoria de Hugo Cardoso


Como buen analista, lo vi por última vez en un sueño.
Estaba sentado frente a grandes ventanales, entre pensativo y distraído,
La puerta del consultorio estaba semi - abierta
(costumbre que tenía últimamente, ¿para no tener que volver a pararse?)
Pasé y en señal de broma,- había mucho humor en nuestros encuentros-,
le tapo los ojos desde atrás, jugando a que adivinara quién era.
Los encuentros no seguían una frecuencia pre fijada, respondían a ciertas “epifanías de mi inconsciente”, podían pasar meses y meses…o días.
Hasta entonces, si hay hasta entonces, era nuestro saludo de despedida.
Amante de las paradojas y las sutilezas, hincha de Nadal , del humor sagaz, de los puntos suspensivos.
Y como decía él, en una frase que me parecía adorable y que aludía deleuzianamente a la incompletud de todo saber:


 sus textos estarán definitivamente inconclusos…